Urgimos al Presidente Biden a Conmutar las Sentencias de Muerte Federales
Tenemos hasta el 20 de enero para persuadir al presidente de que conmute las sentencias de los condenados a muerte a nivel federal.
La pena de muerte es un sistema fallido que perpetúa la injusticia, particularmente para las personas de raza negra, latinas y desfavorecidas económicamente, quienes son las más vulnerables a condenas erróneas y sentencias de muerte. No disuade el crimen ni mejora la seguridad pública. Continuar con la pena de muerte federal aumenta el riesgo de ejecutar a personas inocentes y de profundizar las desigualdades sistémicas.
Donald Trump ha declarado explícitamente que planea resumir rápidamente las ejecuciones federales en su segundo mandato. El presidente Biden debe actuar ahora para evitar esta injusticia conmutando todas las sentencias de muerte federales.
La pena de muerte federal, al igual que sus contrapartes a nivel estatal, está infestada de prejuicios raciales y geográficos. Hoy en día, el 55% de las 40 personas en el corredor de la muerte federal son personas de color, incluidos 15 hombres de raza negra, lo que refleja las injusticias raciales y la discriminación económica que históricamente han plagado a nuestra nación. Además, las sentencias de muerte federales se concentran en unos cuantos estados y circuitos: Texas, Virginia y Misuri representan, por sí solos, el 43% de las sentencias de muerte federales actuales.
En los sistemas federales y estatales, las fallas en los casos de pena de muerte son profundos. Los acusados a menudo carecen de una defensa adecuada, son condenados sobre base de pruebas forenses poco fiables y desacreditadas, y enfrentan procedimientos sesgados, con jurados completamente blancos en algunos casos. Para empeorar las cosas, aquellos en el corredor de la muerte federal a menudo enfrentan procesos de revisión post-condena severamente limitados. La mayoría de las personas en el corredor de la muerte federal ni siquiera serían procesadas bajo los estándares actuales del Departamento de Justicia, que limitan las sentencias de muerte a casos de significativo interés nacional. Sin embargo, sus sentencias de muerte federales aún se mantienen. Esto hace que la pena de muerte federal sea propensa a errores, poco confiable y profundamente injusta.
A pesar de estos problemas evidentes, el gobierno federal bajo el mandato del presidente Trump reanudó las ejecuciones en 2020, llevando a cabo 13 ejecuciones en solo siete meses. Muchas de las personas ejecutadas tenían discapacidades intelectuales, enfermedades mentales graves y antecedentes de traumas profundos, y sus procedimientos legales estaban contaminados por prejuicios raciales, pseudociencia y otros defectos. Estas muertes también ocurrieron a pesar de las llamadas de misericordia de las familias de las víctimas y las demandas de justicia de una amplia coalición de estadounidenses de diversos orígenes políticos y religiosos.
Al conmutar las sentencias de aquellos en el corredor de la muerte federal, el presidente Biden tiene la oportunidad de tomar un paso crucial hacia el fin de ejecuciones injustas y de avanzar hacia una América más justa y equitativa. Esta acción no solo cumplirá una promesa hecha en 2020, sino que también será un paso significativo hacia la sanación de la larga historia de injusticia racial y económica en los Estados Unidos.
Por favor, firma tu nombre en la petición de arriba para urgir al presidente Biden a conmutar las sentencias de aquellos condenados a muerte al nivel federal antes del 20 de enero de 2024. Al hacerlo, podrá honrar su compromiso con la reforma de la justicia y asegurar su legado como un líder de compasión, equidad y progreso social. No podemos permitirnos el lujo de mantener un sistema que pone en riesgo vidas inocentes y profundiza la injusticia racial. Únete a nosotros para pedir el fin de las ejecuciones federales hoy.